Antonio Guzmán Blanco el Ilustre Americano

jueves, 19 de marzo de 2015



Venezuela: Historia y Política
Año 2. N° 65
                                                                                            Pedro Frailán (*)
(*) frailánp@uvm.edu.ve
­­­­            8.Y andarán mustios los pescadores, y llorarán cuando echan el anzuelo en el rio, y los tienden redes en las aguas se consumirán de  pena. Isaías, 19

        Antonio Guzmán Blanco el Ilustre Americano
Antonio Guzmán Blanco en un trienio logro en parte calmar al país, de un sin números de luchas políticas internas por distintos caudillos, que pretendían llegar al poder por la fuerza. Esta manera de hacer política mantenía al país en una constante confrontación, lo que provocaba, división y empobrecimiento económico y social, por  lo tanto la vida del Estado venezolano era precario, inestable.
Al llegar en abril de 1870 declara una dictadura utilizando este método de fuerza política para conseguir el orden. El segundo periodo del septenio se instituye, 15 de abril de 1873 como Presidente Constitucional de Venezuela, elegido por el Congreso que finalizara al comienzo de 1877. Este órgano legislativo antes de nombrarlo presidente, le confiere el titulo de; “Ilustre Americano, Regenerador de Venezuela”.
Además el Congreso se confiere las  acciones de gobierno, que había solicitados el propio Guzmán Blanco.  Y como si fuera poco, esta institución parlamentaria, le erige una estatua en las cercanías de la Universidad y el Capitolio. Para así realzar más el ego del autócrata americano, que es conocido en nuestra historia política, como un narcisista, que  gozaba y disfrutaba de su gran vanidad, amante de las adulancias que le conferían los hombres de su entorno y otros sectores.
 
Presidente A. Gizmán Blanco
Este periodo continuo el enfrentamiento con la Iglesia católica, al principio lo inicio con el arzobispo Silvestre Guevara y Lira y luego lo extendió otros representantes eclesiásticos como con al Padre Antonio José de Sucre (sobrino del héroe y Mariscal Sucre), con el Obispo de Mérida Hilario J. Boset. Despropio la iglesia, entre ellas el Convento de las Monjas Concepciones, en donde más adelante construyo el Capitolio. Incluso trato que fundar una religión católica a la venezolana.
En este periodo siguió  combatiendo algunas escaramuzas que fueron provocadas por hombres de su confianza que habían cambiado de criterios políticos. Entre ellos; José Ignacio Pulido y León Colina, que hacía poco habían firmado  el acuerdo que le otorgo el título de Ilustre Americano junto a Modesto Urbaneja y Nicanor Bolet Peraza. A los dos primeros los combatió los venció y los envió al exilio.
Frente a todos hechos de alabanzas y confrontación también se le reconoce a Guzmán Blanco una serie de obras de infraestructura, que aun siguen siendo iconos de la arquitectura venezolana. Como el Panteón Nacional, el Museo Nacional, una buena sede de la Biblioteca Nacional, inicia el ferrocarril Caracas La Guaira, el cable submarino dese La Guaria hasta Trinidad, crea nuevas cátedras de la Universidad de Caracas.
Crea el Juzgado de Comercio del Distrito Federal, establece  Tribunales de Hacienda, se inician los censos de población, restringe el comercio de exportación. Ordena las líneas fronterizas de Venezuela con Colombia, en los casos de La Goajira, San Faustino, el Arauca. Al igual que con el territorio y los limites al los márgenes del Orinoco.

Despiece.
Guzmán Blanco constantemente padecía de enfermedades, él y su familia especialmente sus hijos, que eran de su gran preocupación. Porque a pesar de ser un hombre del múltiples  ocupaciones su familia era prioritaria. Al pasar el tiempo se terminaba su primera estancia en la presidencia conocida como septenio. Públicamente reconoció su cansancio  y decidió retirarse por un tiempo, pero antes acomodo sus piones políticos para su próximo juego.

Sumario
Guzmán Blanco concluía el septenio un periodo que tendrá continuidad con Francisco Linares Alcántara, luego regresa el propio Guzmán, para el quinquenio. De nuevo hace un paréntesis de un bienio lo sustituye Joaquín Crespo, de nuevo Guzmán por un bienio que no concluye, después continúan otras figuras del liberalismo amarillo hasta el fin del siglo.
Referencia Bibliográfica
POLANCO ALCÁNTARA, Tomás. Guzmán Blanco. Tragedia es seis partes y un epílogo. Academia Nacional de la Historia. Editorial Grijalbo. Caracas 1992.


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