martes, 13 de mayo de 2014
Venezuela:
Historia y Política
Año
1. N° 30
Pedro Frailán (*)
(*) frailánp@uvm.edu.ve
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“Con atacar la historia antigua, se creyó
compensar toda manera de pecados actuales contra la propia república. Se pudo
irrespetar impunemente los valores de la ciudadanía…”. Mario
Briceño Iragorry. Patria arriba.
Frente a la
adversidad la constancia
Bolívar en la confrontación interna y externa
Los esfuerzos por levantar la República
después de la segunda caída fueron grandes de proezas. Muchas las batallas se
necesitaron para levantar de nuevo la república, que era la continuación de las
anteriores, que en la esencia era la misma. Nuestra historiografía cuenta con
ochenta batallas que se dieron en la guerra de independencia en Venezuela entre
1810 y 1824 en distintos escenarios en todo el territorio nacional.
Así lo escribe Edgar Esteves González en su
libro “Batallas de Venezuela 1810 – 1842”. Aunque el autor inicia el texto con
un antecedente de confrontación mucho antes. Dando continuidad al ensayo
anterior, quedamos para que para el año de 1816 se ya contaba con una nueva
figura en la guerra independentista de nombre José Antoni Páez. Un nuevo líder
popular en llanos incluso muchos de los integrantes del ejército de Boves en
esta época estaba con Páez.
José Antonio, en comunicación epistolar con el Jefe Supremo del ejército venezolano Simón
Bolívar. Organizaba un gran ejército de caballería, disciplinado y estricto.
Además elabora una moneda de circulación en llano. Hace un llamado por el
respeto a la vida y a la propiedad. Su principal objetivo es luchar por la
patria, se desenvuelve principalmente entre Barinas y Apure. Los otros llanos
lo reconocen como comandante y colaboran
con caballos y ganado.
Por otra parte existe una crisis interna en el oriente, Santiago
Mariño, no reconoce la jefatura suprema en el ejército de Bolívar, Mariño lo
desea hacer él. Por asesoramiento de José Cortés de Madariaga que había llegado
escapado de una cárcel en España, le recomienda formar un gobierno nacional.
Tomando el consejo de Madariaga los días 8 y 9 de mayo de 1817 se reúnen en
Cariaco.
Instalan el Congreso Supremo de la República
presidido por Santiago Mariño. Además lo integraban Luís Brión, Francisco
Antonio Zea, Madariaga y fundan un gobierno provisorio. El presidente del
ejecutivo es Fernando Rodríguez del Toro, Francisco Javier Mayz entre otros y
mando el mando militar es para Santiago Mariño. Este hecho en nuestra historia
se conoce el Congresillo de Cariaco. La capital la ciudad de La Asunción en la
Isla de Margarita.
Bolívar frente a esta situación se mantiene a
distancia lucha por restablecer el orden de la nación y seguir avanzando frente
al control realista de Morillo. Se acerca a Páez lo conoce personalmente, sale
en algunas oportunidad de Angostura, hacia el oriente y al llano. Desde ese
momento el binomio Bolívar Páez enfrenta al mando español. A Páez que lo
invitan al encuentro en Cariaco, no asiste compadre que la situación es otra
vencer a los realistas.
Además
de reconocer la jefatura suprema del Libertador de Venezuela. Por lo tanto José
Antonio prosigue hacia el Pao y Bolívar Monagas, Barcelona. El 13 de abril de 1813, “En el
Rincón de los Toros”, de nuevo intentan asesinar a Bolívar, justamente este
mismo lugar en el sector Ortiz, ambos
líderes habían trazado estrategias. En cuando a la acción del asesinato existen
diversos comentarios e intereses de
quienes estaban detrás de ese hecho.
Despiece.
A
medida que transcurre el tiempo Páez logra que algunos sectores divergentes
reconozcan a Bolívar. Al iniciarse el año 1819, Bolívar esta en Angostura y
Páez en San Fernando, en el mes de Marzo se encuentran de nuevo en Guasdualito.
Bolívar sale para Nueva Granada, Páez se mantiene en la defensa de Apure. Se
mantiene por un tiempo prudente sin pelear planificando y recuperando fuerzas.
Sumario
En
los años de la guerra de independencia
Bolívar tuvo que soportar, un sin número
de crisis internas, tan graves como las externas. Para seguir avanzando
hacia la conquista definitiva, primero
tenía que apaciguar a dentro. Sólo la
constancia privilegiada por Dios lo llevaría conseguir la victoria definitiva
como ocurrió.
Referencia
Bibliográfica
ESTEVES
GONZÁLEZ, Edgar. Batallas de Venezuela 1810 – 1842. Los Libros del Nacional.
Caracas. 2007..
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